Historia
Chocolate Jolonch, el más antiguo del mundo
Xocolata Jolonch es una empresa dedicada desde 1770 a la producción artesanal de chocolate, en especial el típico chocolate a la piedra, considerado una variedad autóctona de Agramunt (Lérida)
Xocolata Jolonch es una empresa dedicada desde 1770 a la producción artesanal de chocolate, en especial el típico chocolate a la piedra, considerado una variedad autóctona de Agramunt (Lérida)
Xocolata Jolonch es la fábrica de chocolate más antigua de Agramunt y la única de las dos históricas que todavía funciona a día de hoy. Desde finales del siglo XVIII, la empresa ha ido pasando de generación en generación. Vale la pena recordar la figura de uno de sus propietarios, Marià Jolonch, quién trasladó el obrador de chocolate a la ubicación actual, y también quién construyó una fábrica de harina, que supuso una gran mejora en la comercialización del maíz en toda la zona. Además, Marià Jolonch también intervino activamente a mejorar el suministro eléctrico en Agramunt y, por ello, la Avenida que pasa por delante de la fábrica ha recibido su nombre.
Elaboración Artesanal des de 1770
Calidad
El Chocolate Jolonch se elabora directamente a partir del haba del cacao. Lo seleccionamos, lo tostamos con leña de encina y lo molemos a la piedra. Estos procesos le dan el sabor y la textura característicos e inimitables.
El Chocolate Jolonch se elabora directamente a partir del haba del cacao. Lo seleccionamos, lo tostamos con leña de encina y lo molemos a la piedra. Estos procesos le dan el sabor y la textura característicos e inimitables.
Tradición
Actualment, encara s'utilitzen els mètodes tradicionals d'elaboració i donada l'antiguitat de la casa, la fàbrica ha esdevingut un autèntic museu
d'utensilis que s'han utilitzat des del moment de la seva fundació.
Actualment, encara s'utilitzen els mètodes tradicionals d'elaboració i donada l'antiguitat de la casa, la fàbrica ha esdevingut un autèntic museu
d'utensilis que s'han utilitzat des del moment de la seva fundació.
Excelencia
En el año 2013, el empresario Àngel Velasco, propietario de Torrons Vicens, adquiere la firma con el objetivo de darle continuidad y proyección. La fàbrica es considerada una verdadera joya de la primera industrialización de Agramunt y se ha mantenido al largo de los años en óptimas condiciones de funcionamiento.